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Capítulo 1: Un corte al estilo Estelar

  Aomori era un rincón olvidado por el tiempo. Al norte de Japón, escondido entre monta?as eternamente cubiertas de nieve y bosques tan antiguos que parecían susurrar historias a quien se atreviera a escucharlas, el pueblo vivía en un equilibrio perfecto entre lo cotidiano y lo misterioso. Las estaciones marcaban el ritmo del lugar como el latido de un corazón cansado, pero constante.

  La gente de Aomori hablaba poco. No por desconfianza, sino por costumbre. Todos parecían saber su lugar, sus rutinas, su forma de vivir. Nadie se preguntaba demasiado por lo que ocurría más allá de los límites del bosque. Y si alguien sentía algo extra?o… simplemente lo ignoraba.

  Kaito Mori, de diecisiete a?os, era uno más entre ellos . O eso creía.

  Kaito era callado, observador. Se perdía en los árboles del bosque más que en las conversaciones humanas. Vivía con su abuelo en una vieja casa de madera, de esas que crujen con el viento y guardan el calor solo en los rincones más cercanos al fuego. Su rutina era simple: despertar al amanecer, preparar el té, barrer la entrada, alimentar a los cuervos del templo donde medita con su abuelo, y luego, ir a la escuela, donde apenas hablaba con nadie más allá de lo necesario.

  Después de clases, ayudaba a su abuelo en la tienda familiar: una modesta despensa con productos locales, arroz, pescado seco, y algunos amuletos de protección que los ancianos seguían comprando, como si el mundo espiritual aún caminara entre ellos.

  Kaito y su abuelo comían pescado tranquilos en su sala de estar modesta.

  —Tan rico como siempre, Kaito—le dijo el abuelo a Kaito, que siempre cocinaba.

  —No es para tanto abuelo—dijo mientras metía un pedazo de pescado a la boca.—Es de la receta de tu libro.

  Kaito y su abuelo charlaban de cosas triviales, cuando a Kaito le entró la duda sobre una cosa.

  —Abuelo… ?te puedo preguntar algo?—Dijo Kaito.

  —Seguro Kaito, ?de qué se trata?

  —Es… sobre mis padres.

  Se generó un silencio, no muy común cuando los dos comen.

  —Ya tienes la edad para saberlo, Kaito—Dijo el abuelo, mientras se levantaba de la mesa y agarraba un libro con fotografías—Tus padres… fallecieron por un Demogron cuando eras un bebe.

  Kaito se quedó impresionado, aunque había escuchado sobre los Demogrones en su escuela, no esperaba que sus padres hayan muerto por uno de ellos.

  —?Estás diciendo que uno de esos monstruos… mató a mis padres?

  El abuelo asintió.

  —Tengo los archivos del caso, la policía me los dio por petición mía. El caso ya estaba cerrado y se los pedí—el abuelo trajo una caja que tenía de nombre “Caso Mori”.

  Kaito intentó sacar cada archivo de la caja, pero su abuelo lo detuvo.

  —No, Kaito, no es el momento de ver los archivos.

  —Pero, abuelo, quiero ver que dicen los archivos…

  Su abuelo se llevó la caja.

  —Otro día veremos juntos los archivos, ahora deberías dormir, ma?ana atenderemos todo el día ya que es sábado.

  Kaito asintió y se fue a su habitación a dormir.

  Su abuelo lo detuvo para darle algo.

  —Ven—dijo, mientras le ponía un collar al cual le colgaba una piedra blanca—esto es de tu madre, cuídalo con mucho cari?o.

  —Si abuelo—dijo Kaito, mientras admiraba el collar—buenas noches, abuelo.

  [...]

  Al día siguiente, Kaito y su abuelo atendían a todos los clientes con mucha atención y buena cara, a pesar de que Kaito estaba muy cansado.

  Cayó la noche y Kaito y su abuelo estaban por cerrar la tienda.

  —Fue un buen día productivo, ?no abuelo?

  —Si, sí que lo fue, Kaito.

  El abuelo se acercó a la caja registradora para retirar el dinero ganado.

  Hasta que alguien entró a la tienda con rapidez.

  —?Qué necesita, se?or?—preguntó el abuelo, con una sonrisa en la cara.

  The tale has been stolen; if detected on Amazon, report the violation.

  El que entró no habló, sino que se escuchó un peque?o rugido.

  Kaito logró escucharlo.

  —Abuelo… eso, no es una persona…

  El abuelo iba a decir algo, pero el que entró, saltó hacia el abuelo, y le clavó una daga en la espalda.

  —?ABUELO!—grito Kaito con desesperación.

  El abuelo salió volando hacia un estante, lastimándose aún más, soltando un gru?ido de dolor.

  —Ma-maldita sea…

  —Abuelo, ?estás bien?—dijo Kaito, mientras se acerca al abuelo.

  —Kaito, corre, no te quedes aquí, es peligroso—dijo el abuelo, mientras se quejaba del dolor.

  —Que… no, no te voy a dejar.

  —Deberías hacerle caso, mocoso.

  Kaito miró hacia lo que apu?aló a su abuelo. Tenía figura de persona, pero parecía corrompida.

  —?Quién eres y qué quieres?—le pregunto Kaito, mientras lo miraba con odio.

  —Lamento entrar así, pero necesito eso que tienes en el cuello, mocoso.

  Kaito miró su collar, confundido.

  —?Mi… mi collar? ?Para que lo quieres?

  —Parece que no lo sabes. Yo soy Hashime, un Demogron de clase especial, la clase más fuerte de todos—dijo mientras sonreía—Y ese collar es la puerta de entrada del Rey de los Demogrones a este mundo.

  Kaito se quedó sorprendido, delante suyo, estaba un Demogron, y no uno cualquiera, sino que uno de los más fuertes.

  El chico observó una vidriera, donde su abuelo expone una espada antigua.

  Kaito se levanta rápido, rompe la vidriera con un escombro del estante roto, y toma la espada, poniéndose en posición de pelea.

  —Si quieres mi collar, ven aquí y tómalo—dijo Kaito, con confianza y determinación.

  Hashime sonrió levemente.

  —Bien, mocoso—dijo el Demogron especial, invocando una espada—tienes agallas, veamos de que estas hecho.

  [...]

  Hashime se lanzó hacia Kaito con su espada.

  Kaito logró reaccionar rápido y se tiró a un costado.

  Intentó clavarle la espada en la costilla a Hashime, pero el demogron se echó para atrás.

  —Jum, tienes buena velocidad y reacción, mocoso.

  Kaito sonrió.

  —Gracias, estuve entrenando junto a mi abuelo por cinco a?os con una espada más pesada que está, así que tendré más reacción que con la otra espada.

  Kaito se lanzó hacia Hashime, pero el Demogron se movió a una velocidad impresionante y le clavó su pu?o en todo el abdomen a Kaito.

  Kaito salió volando hacia la pared, escupiendo un poco de sangre.

  —?Kaito!—gritó su abuelo—??Estás bien?!

  Kaito se levantó con dificultad y asintió hacia su abuelo, y se volvió a lanzar hacia Hashime, chocando sus espadas a alta velocidad.

  Aunque esté peleando serio por primera vez, Kaito aguanta bien al Demogron especial.

  <> Pensó el abuelo, buscando una solución para ayudar a Kaito. Pero algo lo sacó de sus pensamientos. Kaito fue lanzado, y el abuelo vio como salía sangre del hombro del chico.

  El abuelo intentó ir hacia Kaito, pero Hashime apareció detrás suyo.

  —Este es tu final, anciano.

  Kaito, levantándose, vio como el Demogron apu?alaba a su abuelo, tirándolo al suelo, casi sin vida.

  Kaito se quedó en shock, viendo pasar recuerdos junto a su abuelo en su mente.

  Hasta que sintió algo, un hormigueo en sus dedos, en su palma, en todo su cuerpo. Kaito intentó hacer algo, pero su vista se iluminó, y vio a una mujer, viéndole fijamente. La mujer le dijo… “Kaito, ve, usa tu energía Zenki”

  Kaito volvió en sí, viendo con odio a Hashime, pero esta vez, pensó en algo. Vio su espada en el suelo, la recogió, y, haciendo un movimiento de manos, impregnó de Energía blanca la espada.

  Hashime vio a Kaito.

  —Al parecer, el mocoso despertó su potencial—dijo, con una leve sonrisa, pero algo preocupado.

  Kaito estaba concentrado con los ojos cerrados, visualizando la energía en su mente, y una frase resonó… “Corte Estelar”

  Kaito abrió los ojos, y vio la espada, que estaba impregnada de su energía, luego, vio hacia Hashime, con algo en claro, matar al Demogron especial.

  —Hashime, me las pagaras—susurro

  —Ven, mocoso, te detendré.

  Kaito suspiro y se movió a una velocidad inhumana y se perdió de la vista de Hashime.

  —?Qu-que..?—dijo Hashime, con confusión.

  Kaito apareció detrás suyo, con su espada.

  —Muere, maldito—dijo Kaito, con rabia en su voz—?Corte Estelar!

  El Demogron logró reaccionar a tiempo para moverse al costado, pero el corte de Kaito logró cortarle su brazo izquierdo.

  Hashime cayó sentado, tomándose lo que le quedaba de brazo izquierdo, viendo con temor, y con un poco de orgullo a Kaito, que cayó desmayado por usar el Corte Estelar.

  —Tienes potencial, mocoso—dijo Hashime, quejándose de dolor—tendré mi venganza, Kaito.

  Hashime tomó su espada y desapareció del lugar.

  [...]

  Pasaron diez minutos, y Kaito se iba despertando, recordando todo lo que pasó.

  —Mi-mierda…—Kaito vio el brazo cortado del Demogron en el suelo—no lo pude matar.

  Kaito fue hacia su abuelo, que había perdido mucha sangre.

  —Abuelo… resiste, por favor—dijo Kaito, al borde del llanto.

  El abuelo tomó la mano de Kaito.

  —Muchacho, me llenas de orgullo—dijo—tienes un potencial increíble, lograste cortarle el brazo a un Demogron especial, algo que ningún portador de la energía Zenki…

  El abuelo tosió sangre.

  —Resiste, llamaré a alguien que nos ayude.

  El abuelo lo detuvo.

  —No, Kaito, ya es tarde—dijo con dificultad—solo recuerda una cosa, hijo, Tienes un potencial magnífico, no lo desaproveches y no lo corrompas.

  —Abuelo… ?abuelo?

  Kaito golpeó sus pu?os contra el suelo, llorando por la impotencia de no poder hacer nada. Su abuelo, había fallecido en frente de sus ojos…

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